Eulàlia Bosch subraya el papel de la experiencia y de las relaciones personales, cotidianas, como espacio educativo difuso pero esencial, frecuentemente decisivo.
Entendiendo la educación como una actitud de acompañamiento, exploración y diálogo que nos compete a todos, sin tiempos limitados ni comportamientos estancos, la autora inicia cada capítulo del libro con el relato de una experiencia que da a pie a una aguda reflexión sobre el carácter poliédrico de la relación educativa. Una relación bidireccional en la que el aprendizaje es un fluido de ida y vuelta y en la que es tan importante el que aprende como el que enseña.
Como bien dice un provebio africano que se recoge en el libro, "quien aprende, enseña". Por ello, en ¿Quién educa a quién? los protagonistas son en último término de las niñas y niños, sus asombros, sus preguntas, sus intuiciones, en las situaciones más diversas - en la escuela, sí, pero también en la cocina, en la calle, en el cine, frente a un cuadro, ante la muerte de un ser querido-, no como portadores de verdades primigenias sino como incitación a la reflexión sobre nuestros modos estereotipos de ver y de vivir, como motor, en realidad, de todo posible proceso educativo vivo y atento a la vida.
Profesora de Filosofía. Fundadora y directora, entre 1984 y 1994 del Instituto de Investigación para la Enseñanza de Filosofía (IREF). Creadora y responsable, entre 1995 y 1998, del Servicio educativo del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona. Promotora y colaboradora de numerosos proyect...