En el año 1818, Joseph Jacotot, revolucionario exiliado y lector de literatura francesa en la Universidad de Lovaina, empezó a sembrar el pánico en la Europa sabia. No contento con haber enseñado el francés a los estudiantes flamencos sin darles ninguna lección, se puso a enseñar lo que él ignoraba y a proclamar la palabra de orden de la emancipación intelectual: todos los hombres tienen igual inteligencia. Se puede aprender solo, sin maestro explicador, y un padre de familia pobre e ignorante puede hacerse instructor de su hijo. La instrucción es como la libertad: no se da, se toma.
Nacido en Argelia en 1940, es profesor emérito de Estética y de Filosofía de la Universidad de París VII. También ha sido director del Programa del Collège International de Philosophie de París. La crisis histórica del marxismo y las rebeliones de 1968 provocaron una nueva relación entre...